El mundo se divide en dos tipos de personas: los que compran una nueva barra de desodorante en cuanto empieza a asomar la rejilla de abajo y los que no ceden y no bajan al súper hasta que la rejilla rasca en la axila. Y ya está, eso es lo que divide al mundo. Ni ideas políticas, ni gustos musicales, ni pugnas geográficas, ni gap generacional, ni nada parecido. Puede sonar maximalista, pero lo entenderéis mejor cuando lo desarrollemos. Si lo desarrolláramos, claro, lo que no va a suceder porque el único sentido de este texto es el de usar la expresión «gap generacional», que siempre engalana un texto y es casi como hablar de ropa. No esperes profundidad, lo único que nos interesa es que le des al play y te embadurnes bien de programa, hasta la rejilla y más allá, porque... ¡Aquí hay dragones!