Un día de estos habrá que hablar de lo de los vasos. Porque los damos por hecho, son vasos, contenedores de cosas, preferiblemente cosas líquidas, en cantidades optimas para conformar una ración susceptible de ser consumida por un ser humano. Hay que hablar de lo de los vasos porque a veces nos liamos con que si lo de las elecciones, que si lo de las guerras, que si lo de los concursos de la tele, que si llueve o que si no, y se nos va retrasando lo de hablar de lo de los vasos. Ahora no toca, pero pronto nos pondremos con eso, ya lo veréis. Ahora toca lo de darle al play y escuchar el programa, que va de cosas que no son vasos, pero que son otras cosas, porque, si aquí no hay vasos (de momento), es porque... ¡Aquí hay dragones!