Paz is being harassed by a client who thinks he is her boyfriend and sets her up jealous antics when she sees other clients. The situation is becoming untenable and she decides to tell Chema and Luisma, who are very concerned about the safety of her friend, so when they see her overwhelmed talking to a stranger they think their duty is to take action.
Aída ha descubierto unas revistas pornográficas que cree que son de Jonathan y se plantea la necesidad de hablar con él. Tras un patético intento, lleno de malentendidos, y antes de que Aída recurra a Manolo, su ‘ex’, Paz la convence para que delegue en su hermano Luisma para que dé unas nociones básicas a Jonathan sobre mujeres. Al fin y al cabo, él también es un hombre. Por otro lado, Paz está siendo acosada por un cliente que se cree que es su novio y le monta numeritos de celos cuando ella se ve con otros clientes. La situación se está haciendo insostenible y decide contárselo a Chema y a Luisma, que se quedan muy preocupados por la seguridad de su amiga, así que cuando la ven agobiada hablando con un desconocido creen que su deber es pasar a la acción. El intento de proteger a Paz acabará en la agresión de un pobre e inocente testigo de Jehová que pasaba por allí y que acrecentará aún más los miedos de la chica. Además, Mauricio y Eugenia han formado una peña para jugar juntos a la lotería. Chema querría apostar con ellos pero se niegan porque consideran que el tendero es gafe, aunque la sociedad puede durar menos de lo que piensan, ya que Eugenia ha descubierto un boleto premiado y no quiere compartirlo. Por último, Lorena quiere hacerse un pearcing pero su madre no le deja. Jonathan se encargará de buscar a ‘alguien’ que se lo haga a un módico precio.