Manuel, libre, intenta amilanar a Emilia que lo pone en conocimiento de su hija. Ahora él descubre la nueva personalidad de la prostituta y deduce que, una vez más, le ha engañado. Luna se presenta en casa de Manuel y le roba unos documentos que demuestran sus ilegalidades en el mundo de la construcción, pero éste aclara todo el entuerto. Lucas y Joaquín, el paparazzi que le dio el trabajo, hacen el seguimiento de un político al que fotografían junto a Luna. Joaquín sabe que esas fotos serán un negocio y Lucas, que ha reconocido a su prima, sabe que serán un problema. Informada Luna, tal y como le auguró Santiago, pide ayuda a César para que su madre no descubra su auténtica profesión y para que Alberto, detenido, no sufra las consecuencias del escándalo. Pero, César lo malinterpreta y extrae las conclusiones necesarias como para distanciarse de ella. Irene tiene así vía libre hacia el corazón de César que, confundido y seriamente tocado, se deja querer. Sin embargo, César impedirá que se publiquen esas fotos. Aunque a cambio tendrá que ceder con la revista y se dejará hacer un posado de fotos en su casa, que será un mensaje claro para Luna. Irene posa con él en calidad de prometida.