La primera gran civilización de Italia fue la de los Etruscos. Estos habitantes de la Toscana se expandieron por todo el norte italiano mientras Roma sólo era una pequeña aldea. Sin embargo, este pequeño poblado latino iría creciendo con el tiempo. Según el mito de origen, la ciudad fue fundada por dos hermanos gemelos llamados Rómulo y Remo. Roma comenzó siendo una monarquía, con siete reyes legendarios (ya que no se sabe si son reales o una leyenda). La ciudad fue creciendo, adornándose con el Templo a Júpiter, el de Diana o el de Vesta. También se levantó un enorme Circo Máximo o el sistema de alcantarillado de la Cloaca Máxima, construidos por el rey Tarquinio Prisco. Además también se fue asentando una política organizada en curias, donde la clase aristocrática, los patricios, junto con el Senado, podían votar leyes, declarar guerras o hasta elegir al rey de la ciudad. Todo esto haría que en el año 509 a.C. este sistema monárquico cambiaría tras el reinado de Tarquinio el Soberbio a una pseudo democracia llamada la República.