Alejandro Montes, ingeniero civil a cargo del proyecto de construcción de un puente en un sector rural, es amedrentado por Ramón Salas, un poblador, de que éste no puede realizarse en los terrenos que son de su propiedad. Alejandro no encuentra al hombre, y es amablemente atendido por Rosa, su mujer. Pero al ser testigo de un hecho dantesco, descubrirá una verdad inimaginable.