El equipo se enfrenta a una arriesgada misión para proteger el patrimonio cultural del país. Éste está en grave peligro debido a los chantajes de una condesa sin escrúpulos. Además, Berta comienza a cometer errores en una misión, y es por culpa de sus sentimientos por Salva. El andaluz no se da cuenta de nada, concentrado en convertirse en un auténtico agente de élite. Por su parte, Iñaki y Andrea cada día se gustan más, pero no consiguen tener una cita por culpa de la apretada agenda de ella. Y el desastre del último CIS hace que Ocaña se plantee un cambio de imagen.