Junio de 1503. Cuatro barcos forman la cuarta y última expedición del Almirante Colón, que con 51 años y una vejez prematura, se ve ya con pocas fuerzas para dominar a sus hombres. Llegando a las costas de Jamaica, sus navíos se hunden. Estos diez meses de náufragos son terribles y los españoles se matan entre ellos. Pero el genio de Colón volverá a salvar de la inanición a sus hombres y consigue regresar a España. Sólo dos semanas después fallece la que fue su mayor valedora, la reina Isabel de Castilla. Entre tanto, Alonso de Ojeda ha conseguido montar una expedición hasta las costas de Venezuela, donde se lanza a dar caza a una de las tribus más belicosas de estas selvas. El resultado es desastroso: el sabio navegante Juan de la Cosa es empalado y sólo dos hombres se salvan de la matanza: Alonso de Ojeda y un joven llamado Francisco Pizarro. A su rescate parte un barco en el que se cuela como polizón otro de los grandes nombres de la conquista: Vasco Núñez de Balboa. Pero llegan tarde: Ojeda navega encadenado en la bodega de un barco pirata y el fuerte San Sebastián lo lidera Francisco Pizarro. Mientras, en España, acaba de fallecer Cristóbal Colón.