Cuando parecía que la única salida sería el divorcio, Catalina y Alfredo quedan anonadados después de que un médico les confirmara que ella está en embarazo. Ambos no salen del asombro, especialmente Alfredo, que estaba convencido de que tenía un problema incurable de fertilidad. En consecuencia, los Duperly Mejía celebran la noticia como un gran triunfo.