Tras afrontar días tormentosos por cuenta de su rompimiento con Lucía, Pablo al fin tiene algo de paz gracias a la visita de sus hijos Natalia y Federico, quienes ahora viven en Cali con su madre. Los jóvenes le preguntan a su padre por Lucía y él termina contándoles la verdad, a lo que ellos se muestran de acuerdo, y hasta le aseguran que con Julia haría mejor pareja.