Alonso, en compañía de Silvio e Iván, se acerca a la mesa donde está Pablo, haciéndole comentarios sobre su situación económica. Pablo se descontrola, mientras pide tragos frente a la mirada extrañada de Alfredo Duperly. Domínguez, entonces, acepta que las situaciones que ha tenido que enfrentar últimamente, en especial la llegada de Julia, lo han desestabilizado por completo.