Jesús y Nuria reciben a comer a los padres de ella y todo tiene que salir perfecto. No son unos suegros fáciles para Jesús, sobre todo él, Carlos. Todo estaba bajo control hasta que una visita al baño de Carlos le hará ver unos calzoncillos sucios de Jesús abandonados en el bidé. Jesús trata de justificar la presencia de ese calzoncillo diciendo que se han colado por la ventana desde la casa de los vecinos de arriba. La coartada no era mala, pero olvidó un detalle: no hay ventana en el cuarto de baño.
En su trabajo Nuria comete el tremendo error de criticar a su jefe en el chat común sin saber que éste había sido incluido recientemente. Su metedura de pata le hará perder el trabajo. Por su parte Jesús tiene un incidente con una minusválida en un salón de bodas a la que trató de forma torpe y poco apropiada. Por eso Nuria tiene claro que esto tiene que cambiar, no pueden seguir comportándose de esta manera porque los dos dan vergüenza ajena.
Jesús se encuentra en un spa con Óscar y una mujer mayor, Amparo, que parece su madre pero que en realidad es su novia y está a punto de meter la pata, pero no avisa a Nuria sobre quién es la mujer. Jesús, a continuación se va a hacer un masaje pensando que éste tiene final feliz y así se lo hace saber a la masajista, lo que provoca que le acaben echando del centro. Más tarde se reúnen con todos en una cafetería cercana y cuando llega la hora de pagar Jesús se hace el remolón y acaba pagando Amparo, ante lo que Nuria dice: "Jesús, no irás a dejar que pague la madre de Óscar"
En el salón de bodas, Jesús fotografía a una novia guapísima que además tontea de forma descarada con él. Éste se lo cuenta a Óscar, quien trata de disuadirle porque dice que ella tontea con todo el mundo, incluso con él porque es una “tocona”. Pero Jesús busca a Elena y le explica que sabe lo que siente por él y que es mutuo. Elena se ríe y delante de todo el mundo explica con pelos y señales el patético malentendido de Jesús, humillándole con gran naturalidad ante sus familiares. Una vez en casa se masturba pensando en ella y justo cuando eyacula aparece Nuria en casa, buscando guerra. Hoy es su día de máxima ovulación y se tienen que acostar como sea. Pero ahora Jesús no puede y tiene que confesar lo que acaba de hacer.
Nuria se apunta en una academia de Inglés y se lleva consigo a Jesús, a pesar de que éste dice tener un nivel de Inglés muy bueno. Ya en la academia, Silvia les presenta a Nelson, un amigo que además es fotógrafo artístico. Jesús no soporta esa rivalidad y se lanza a soltar un speech en la clase con un inglés patético que provoca vergüenza ajena en los demás. A la mañana siguiente hacen el amor por fin con poco entusiasmo porque Jesús tiene la cabeza en otro sitio: ha muerto el padre del vecino y quiere ir al tanatorio porque el vecino es el presidente de la comunidad y Jesús quiere hacer una ventana en el baño para demostrarle a su suegro que sí tienen. Una vez en el tanatorio descubre que se había equivocado de persona, él no es el presidente de la comunidad.
Por culpa de Jesús, que grabó con la cámara apagada toda una boda, los echan a él y a Óscar del salón y se quedan sin trabajo. Por su parte Nuria tampoco consigue un empleo ni pidiéndoselo a su padre. Con este panorama acuden a una cata invitados por Silvia y Nelson. Allí Jesús se lanza a beber vino sin freno y cada vez está más borracho y faltón con Nelson. Nuria, que además había ido en zapatillas de casa por error, se refugia en el cuarto de baño, donde se encuentra con Silvia que la ve vulnerable con sus zapatillas y empieza a besarla, ante la sorpresa de Nuria quien se deja hacer. Al salir ve a Jesús pasado de vueltas vomitando en el suelo delante de todo el mundo. Esa noche, Nuria tendrá un sueño erótico con Nelson y Silvia, quizá escapando de la realidad de una vida mucho más gris.
Nuria acude al ginecólogo y este le da una mala noticia: no puede tener hijos. Desolada, le dice a Jesús que existe la opción de adoptar, pero como éste no reacciona como ella espera, decide irse de casa y plantea una separación momentánea. Jesús se encuentra casualmente con Elena, la novia tocona, y de nuevo piensa que ella le está insinuando algo y vuelve a caer en el mismo error, siendo maltratado esta vez por el marido de Elena. Por la noche vuelve a la soledad de su casa y echa de menos a Nuria. La llama pero esta no coge el teléfono, está en casa de Silvia acostándose con ella.
Jesús, por error, ha creído entender que la profesora de inglés, Diane, les ha invitado a pasar el puente en su casa de campo. Cuando se reconcilia con Nuria le propone el plan y ella acepta. Aparecen los dos en la casa ante el estupor de Diane que no se puede creer lo que han hecho. Finalmente acaban quedándose a cenar con ella y su marido, Bill, un tipo osco pero atractivo al que Nuria mira con interés. Envalentonada por el alcohol y pensando que algo flota en el ambiente, Nuria acaba proponiendo hacer una orgía, que cae como una bomba atómica y provoca en Nuria tanta vergüenza que esa noche hablan de separarse definitivamente.
La sombra de la separación enseguida se disipa cuando descubren que adoptar puede ser una solución a sus problemas y además el niño no heredaría su genética de metepatas. Durante unas semanas viven el sexo con intensidad y disfrutan de la vida hasta que entran en escena los padres de Jesús y se instalan en la casa. El padre es como Jesús, y su presencia le hace tambalearse. Además, tendrá un incidente en una comunión con un niño a quien al pretender hacerle fotos artísticas y es acusado de pedófilo. Este hecho le hará tomar la decisión de dejar para siempre la fotografía.
Nuria, preocupada por el estado anímico de Jesús, habla con Óscar y Amparo para organizar una exposición de las fotos de Jesús en el colegio donde trabaja Amparo. Jesús recupera la ilusión pero se desata en él una actitud soberbia pensando que ha alcanzado el éxito. Además, tienen otra buena noticia, les han concedido la adopción y podrán tener un niño a medio plazo. Pero las cosas nunca salen como esperas y la exposición pone en evidencia el nulo talento de Jesús quien encima se ceba en Óscar, su único amigo a quien trata mal. En un momento dado Óscar estalla y le suelta a Jesús unas cuantas verdades. Ya en casa, tras la tormenta, Nuria se hace un test de embarazo y ve que da positivo. ¿Se lo contará a Jesús?
Nuria interroga a su abuela sobre su padre pero la abuela lleva tiempo sin hablar y no consigue averiguar nada. Jesús tiene que devolverle a su suegro una cantidad importante que les prestó para la adopción. Ramón le propone un negocio: fingir un atropello y repartirse entre ambos el dinero del seguro.
Jesús y Yusuf van juntos a un partido de baloncesto en el que se demuestra una vez más que la capacidad del primero de quedar en evidencia no tiene límites, aunque en esta ocasión el alcance de las consecuencias podría ser mayor del imaginable. Que después del partido Carlos vaya a cenar con su nueva novia sólo servirá para complicar las cosas aún más de lo que ya lo están.
Jesús y Nuria se enfrentan cada uno a sus propios problemas: él intenta, con grandes dificultades, que ella no descubra lo ocurrido en el partido de baloncesto de la noche anterior; ella, mientras, sufre por la terrible halitosis de su jefe e intenta que sea él mismo quién se dé cuenta para no tener que decírselo.
Jesús empieza a sentirse cómodo con lo de ser famoso pese a todos los problemas que esto le acarrea: podría decirse incluso que tiene admiradores y hasta recibe una llamada para comparecer en un famoso programa de entrevistas. La fama, sin embargo, es caprichosa, y nuestro protagonista lo sentirá en sus propias carnes.
La gente empieza a olvidarse de Jesús Gutiérrez, y esto a él parece molestarle abiertamente; Nuria le lleva a cenar con Mayte, Manuel y sus parejas en un intento de que Jesús haga notar el problema de halitosis de Manuel. Carlos, despechado por su ruptura, buscará vénganse del culpable, su yerno.
Durante el cumpleaños de un amigo de Yusuf, Ramón y Alfredo invitan a Jesús a una timba de poker; al mismo tiempo, Óscar invita a Nuria a que cene con ella. Ambos aceptan la invitación, y se encadenan así una serie de acontecimientos que se precipitan hacia un final que podría resultar desastroso para todos.
Una investigación policial que parece apuntar hacia una dirección muy concreta, un juicio que puede traer consecuencias fatales para la familia de Jesús y Nuria, un misterioso testigo que puede ser decisivo para el caso y alguna que otra confesión bochornosa dan cierre a esta tercera temporada de Vergüenza.
Retrocedemos unos meses al momento en que Nuria está embarazada haciéndose una revisión en el ginecólogo. Le confirma con toda seguridad que va a tener un niño, pero Nuria no se fía demasiado, también le aseguró que no se podría quedar embarazada. Las navidades se acercan y nadie quiere pasarlas en familia, especialmente Carlos al que cualquier actividad con Jesús le resulta insufrible, y Nuria que está con las molestias propias de su embarazo muy avanzado. Jesús se las apaña para liar a todo el mundo y organiza una cena familiar en su casa. Acuden a la cena Aurora y Francisco, sus padres, además de los padres de Nuria. Oscar, que no tiene donde pasarlas también ha sido invitado. Este año serán unas navidades especiales porque Yusuf está con ellos.