Filemón le cuenta a doña María que don Saúl es el mejor donador, pero él se molesta al escucharlo y se niega a darle más dinero al orfanato. Luego, a don Saúl se le aparece una mano que convierte su bastón en serpiente y de la impresión cae desmayado, pero piensa que Jaime lo quiere volver loco para quedarse con su dinero.