María Elsa finalmente se casó con Horacio Moller y, a pesar que no lo ama, ella decidió ser feliz con él. Antes de ir al altar, la favorita de Quiroga fue a conversar con el padre Reynaldo para pedirle nuevamente irse juntos pero él no aceptó; le aseguró que jamás la dejará sola, una promesa que selló un apasionado beso. por otra parte, Augusta no puede aguantar su pena y rompe a llorar en plena boda por haber perdido al amor de su vida, Horacio.