Los héroes suburbanos sufren violentos ataques y se reúnen para averiguar quién se propone eliminarlos. Se refugian en el cabaret de la Miyi, un viejo amor del Federico. El video de un crimen siembra dudas en la banda.
Tras resistir un ataque y limar asperezas entre el Federico y el Ráfaga, la banda investiga quién quiere adjudicarle el crimen del pandillero. Cabeza de Tortuga irrumpe en el cabaret y enfrenta a las chicas.
Para probar su inocencia, el Federico acude a un aliado policial, el Teniente Ranni. Mientras, el Ráfaga busca al Vidrio, un criminal que puede ayudar a que la banda vuelva a La Matanza.
Aterrado por su cercana paternidad, el Faisán engaña a su mujer embarazada con Lulú. En una huída imprevista, pierde su anillo: no es bueno estar sin su poderosa alhaja verde justo cuando atacan la Policía y la pandilla Mara.
El Ráfaga sospecha que Lu, la mujer de Nafta Súper, está en peligro. Se dispone a advertirle, pero es emboscado. Lu y su hijo ya están rodeados cuando la enfermera Nilda acude al rescate.
Lu está en manos de Vidrio, por lo que Nafta Súper debe regresar a La Matanza. Pero el Ejecutor y Demente Caracol se involucran en el secuestro. Y tienen sus propios planes.
El Federico descubre quién lo inculpó en el crimen del pandillero y revuelve su doloroso pasado, conectado con su padre y con Corona, un temible oficial cuyo futuro en la Policía depende de la Dra. Reyes.
Los Maras capturan al Federico y lo creen el asesino de su líder. Nafta Súper, el Faisán, Juan Raro, Lady Di y el Ráfaga preparan el rescate: la banda ha vuelto.