Ximena llevó a un abogado a su casa para consumar su divorcio con Gastón, para que así ambos firmaran los papeles legales de la separación. Sorprendentemente su marido no titubeó en hacerle el gusto y el matrimonio quedó oficialmente terminado, cosa que impactó a su mujer, quien después se sintió culpable por lo sucedido. Para la sorpresa de todos, Mateo llegó a almorzar a la casa de Anita y ambos jóvenes le comunicaron a Rogelio que estaban pololeando, noticia que no le causó mucha gracia al dueño de casa, por lo que el joven le prometió que sus intenciones eran honorables. Mateo y Javiera vieron a Gastón haciendo su maleta y le preguntaron a dónde se dirigía, a lo que él les respondió que se iba de la casa, puesto a que con Ximena habían terminado su matrimonio. Tras la triste noticia, abrazaron a su padre y luego este emprendió su rumbo.