Diego sigue adelante con su maligno plan. Él sabe que la única forma de mantener a salvo su secreto es matando a Gloria, y poco importa la seguridad del neuropsiquiátrico. Rafael queda anonadado cuando se entera de la posiblidad de ser padre. Luego de vivir una alegría enorme por la falsa alarma de María, ahora es el propio boxeador el que será padre.