Miguel y Elisa son muy apegados a los valores familiares, han criado a sus hijos de acuerdo con preceptos un tanto conservadores. Siempre unidos, comparten hasta el mismo espacio de trabajo: su propia casa. Él ha montado allí su consultorio odontológico; ella elabora y vende comida, una suerte de pequeña empresa gastronómica. La vida para los Diamante se presenta tranquila y previsible (más allá de algún inconveniente que puedan ocasionarle sus hijos). Sin embargo, este esquema familiar mostrará la debilidad de su estructura cuando Fabiana, una nueva paciente de Miguel, aparezca en escena.
Ciertos conflictos que involucran al matrimonio de Miguel y Elisa comienzan a salir a la luz en las sesiones de terapia. Pero la familia se entrega al baile como forma de superar las diferencias y mejorar sus relaciones. Por su parte, Miguel empieza a notar que Fabiana le gusta... y mucho. Intenta disimular: cree sentir la mirada intimidante de Elisa sobre sus espaldas. Y Mía, la menor de la familia, tomará una decisión que preocupará a todos los Diamante.
Tanto Miguel como Elisa comienzan a preocuparse por su propio bienestar. El odontólogo retoma sus clases con un personal trainer, mientras que su esposa se inscribe en clases de mambo, con un profesor bastante atractivo que le permitirá a Elisa alardear sobre sus dotes en plena sesión de terapia familiar. Pero el hecho que desordenará aún más la vida del matrimonio Diamante será el olvido del cumple de Lara, la mayor de sus hijos. Miguel y Elisa buscarán la manera de subsanar tamaño descuido, aunque los resultados no serán los esperados. Por su parte Fabiana también se entregará a la terapia para tratar de entender qué es lo que le sucede con Miguel, con quien empieza a generar un vínculo cada vez más fuerte, que va más allá de la convencional relación "médico-paciente".
Miguel se ve "extorsionado" por Beto, su cuñado, por su "sospechosa" cercanía con Fabiana. De hecho, amenaza con contar "lo que vio". El odontólogo no podrá dar crédito a las palabras del hermano de su mujer. Pero, en su fuero más íntimo, empieza a aceptar que Fabiana le importa. Por otra parte, los hijos mayores del matrimonio -Lara y Tobi- atraviesan sendos problemas que serán motivo de charla familiar.
Miguel exterioriza ante la terapeuta lo que siente por Fabiana. Ha tomado conciencia de que está enamorado de su paciente. Por su parte, Elisa encara a su otrora ayudante de cocina para indagar el porqué del encuentro con su esposo. Ante su actitud dubitativa, Elisa no tiene mejor idea que llevar a Fabiana al consultorio de Aldana e irrumpir en la sesión de terapia individual que está tomando su esposo. La situación desconcierta a todos. La tensión invade el ambiente. Miguel no sabe cómo reaccionar ante semejante atropello de su mujer; lo único que desea es preservar su “vida privada”, esa que recientemente ha descubierto y que escapa a las fronteras de su propio matrimonio.
Elisa se sentirá muy culpable puesto que Miguel perdió la voz después de que ella le contará que Aldo "intentó" besarla. En tanto que Alan intentará acercarse a Fabiana y darle un beso. Más tarde Miguel le reconocerá a Fabiana que está enamorado de ella y le dirá a Elisa que se quiere ir de la casa.
La sorpresiva muerte del padre de Elisa volverá a reunir a los Diamante, sacando lo mejor y lo peor de la familia. Elisa, muy angustiada por la situación, insistirá (y convencerá) a Miguel de volver al hogar por una semana. Por su parte, los tres hijos del matrimonio prometerán a su padre esforzarse y encaminarse. Mientras tanto, Fabiana ya no podrá ocultarle a Alan sus encuentros furtivos con Miguel.
Miguel volverá por una semana al seno familiar y comenzará a transitar un estilo de vida diferente. El reencuentro con Elisa, en estado absoluto de negación ante la evidente crisis, lo obligará a armar una logística de mentiras para poder concretar sus encuentros con Fabiana. La excusa de un congreso médico será el marco perfecto para que Miguel y Fabiana puedan finalmente concretar su amor, aunque la tensión frente a tantas estrategias comienza a jugarles una mala pasada que amenaza con desestabilizar el vinculo.
Elisa seguirá sospechando sobre la infidelidad de Miguel e intentará desenmascarar su engaño, pero será en vano ya que el jefe de familia se adelantará para estar cubierto con su logística. Fabiana seguirá transitando la culpa y el deseo de seguir adelante con esta clandestina relación que no puede evitar. Por otra parte, la repentina e inesperada muerte de su padre provocarán en Elisa una fuerte crisis nerviosa que la dejará muy vulnerable frente a su familia.
La llegada de un viejo amigo de Daniela develará un secreto que desestabilizará a los Diamante: Miguel se habría iniciado sexualmente con su propia cuñada, un acontecimiento totalmente desconocido para Elisa. Por otra parte, el intenso amor que siente Fabiana hacia Miguel empezará a convertirse en una obsesión. Para colmo de males, este ambiente de confusión y reclamos empujarán a Tobi a abandonar la casa de sus padres y a Lara a rechazar una beca en Estados Unidos.
La necesidad de evadirse y escapar de la intensa rutina familiar llevarán a todos los integrantes del clan Diamante a utilizar la marihuana como catalizador. Por otra parte, la posibilidad de un embarazo de Elisa y la constante doble vida terminarán por agotar a Fabiana quien eligirá alejarse de Miguel y no verlo por el lapso de una semana.
Lara sorprenderá a toda la familia al confesar que se ha casado secretamente con Juan. Elisa y Miguel insistirán en que los jóvenes formalicen la unión con una ceremonia religiosa, para poder participar e incluir al resto de los Diamante. Por su parte, Fabiana intentará no interactuar con Miguel en tan importante acontecimiento... pero no podrá resistirse y la historia de amor y desencuentros seguirá su curso.
Miguel ya no soporta su doble vida y ensayará maneras de comunicarle a Elisa lo que siente por Fabiana. Por su parte, Elisa finalmente abandonará el estado de negación que transita desde hace tiempo y decidirá seguir los movimientos de Miguel. Además, Fabiana comienza a presentar síntomas que indicarían que está embarazada.
Los silencios no podrán sostenerse más. Elisa descubrirá que Miguel sostiene una relación paralela con Fabiana y sin dudarlo lo increpará y hasta lo tildará de "traidor". Fabiana especulará con la noticia de su embarazo; en un principio lo negará, esperando el momento oportuno para comunicarlo. Miguel sorprenderá a la joven al proponerle probar la convivencia ahora que ya se ha sincerado con Elisa.
Fabiana finalmente le comunicará a Miguel su incipiente embarazo. Por otro lado y al mismo tiempo Elisa sorprenderá a Daniela con la confesión de un atraso importante y la posibilidad de convertirse en madre nuevamente. El contexto de la terapia servirá para que los menores de la familia se desahoguen, cuestionen a sus padres y los obliguen a purgar sus emociones.
El matrimonio Diamante decide ponerle punto final a su vínculo con la firma del divorcio, pero la sorpresiva confesión de Elisa sobre su embarazo retrasará el trámite hasta nuevo aviso. Fabiana sentirá que ya no podrá construir la familia soñada con Miguel y que deberá adaptarse a los tiempos y formas del hombre que eligió. El estado de salud de Daniela se agravará al punto de tener que recurrir a una cirugía de urgencia.
Siete meses después de la muerte de Daniela muchas cosas han cambiado en la familia Diamante. Lara se mudará con su marido a un nuevo departamento, Tobi sigue viviendo con su abuela y Mia comunica sus intenciones de irse a vivir con Miguel, quien sufre una descompensación y es llevado al hospital. Allí, Fabiana entra en trabajo de parto y es inminente el nacimiento de la hija que ambos concibieron.
La venta de la casa familiar y el cumpleaños de la abuela Noe funcionarán como último punto de encuentro de la familia Diamante y obligarán al recuerdo de momentos imborrables. Una nueva dinámica redefinirá los vínculos de este particular clan familiar en donde ya pareciera que no hay más silencios por callar.