Arnau tiene 28 años y viene desde Gerona buscando a un chico que sea, ante todo, buena persona. Se considera a sí mismo muy cariñoso, no soporta a la gente ambivalente y ha tenido pocas relaciones y muy cortas. Al ver a su cita, Emilio, un programador de 24 años que llega desde Barcelona, siente un flechazo. ¿Será recíproco?