Pasados los 60, Jose cree que ya es momento de dejar la fiesta y centrarse en una relación seria. Aquí ha conocido a Loles, con la que se ha deshecho en halagos, aunque ella parece loca por perderle de vista. Mientras, Julio obsequia a su cita, Álex, un trozo de lomo de fabricación propia para mostrarle sus talentos y abrir el apetito para una cena muy agradable.