Abraham tiene 67 años y Cocha 68. Ambos cenan en el restaurante plácidamente, a pesar de no haber congeniado mucho desde un inicio. Sin embargo, un comentario desacertado por parte de Abraham hace de la mesa un campo de batalla en el que la tensión no para de crecer. En otra mesa cena Ana, una estudiante a la cual le encanta la estética gótica y que le trae a su cita un dibujo como regalo de presentación.