En el restaurante del amor nunca sabes a quién vas a tener enfrente. Puedes ser Mª Teresa y que tu cita sea taurina, como lo es Eustaquio, algo que no va acorde a tus ideales. O Valentina, que tampoco tiene suerte con el tipo de oposiciones que está estudiando Pablo, a Policía, un trabajo que no es de su agrado. Pero también puedes ser Leo, que cree que la persona que está sentada frente a él, Sandra, puede ser el amor de su vida.