Mari Carmen Merino, una sevillana de 61 años afincada en Castro Urdiales y aficionada al baile, tendrá que responder desde este viernes ante el juez por la muerte de su novio, cuya cabeza apareció en el interior de un paquete que entrega a una de sus mejores amigas con la excusa de que se trataba de un juguete sexual que quería esconder. Equipo de Investigación analiza las claves e incógnitas de este caso conocido como ‘El crimen de la cabeza’.
Mari Carmen Merino, una sevillana de 61 años afincada en Castro Urdiales y aficionada al baile, tendrá que responder desde este viernes ante el juez por la muerte de su novio, cuya cabeza apareció en el interior de un paquete que entrega a una de sus mejores amigas con la excusa de que se trataba de un juguete sexual que quería esconder. Equipo de Investigación analiza las claves e incógnitas de este caso conocido como ‘El crimen de la cabeza’.