Se llama misión de paz en Afganistán, pero se parece mucho a una guerra. El enemigo nunca está tan cerca como para verlo. Si matan no lo saben porque tienen prohibido acercarse para comprobarlo. Tienen poco más de veinte años. Defienden el puesto avanzado. Los talibanes les disparan. Y uno de ellos lo graba. Para estos chavales, los combates se parecen mucho a una guerra. Gritos de ánimo, gestos de película y diálogos de aspirante a estratega se cuelan entre el sonido de las balas. Hay quien pregunta por la hora de la comida y otros piden crema solar; extrañas conversaciones para una batalla. El enemigo no tiene cara, pero les puede sorprender en las trincheras. Reconocen que la tensión es una constante en su trabajo. En este reportaje vemos por lo que pasan los soldados españoles en Afganistán.