Pasadas las 18:00 del 23 de febrero de 1981 la Guardia Civil entra en el Congreso de los Diputados, Tejero sube con la pistola en mano al estrado e intenta, sin éxito, dar un golpe de estado. Instantes después, el capitán de la Guardia Civil, Jesús Muñecas avisa de que se encuentran esperando indicaciones por parte de una "autoridad militar competente". ¿A quién se refiere? ¿Quién tiene en sus manos el destino del país? Un año después del fallido golpe de estado, un semanario publica un reportaje en el que figuran 3.000 nombres de políticos, abogados, periodistas, artistas e intelectuales que iban a ser ejecutados. Entre ellos se encontraban Felipe González, Pilar Miró, Ramoncín, Miguel Ríos, José Antonio Labordeta, Concha Velasco y Cristina Almeida. Todos configuraban las listas de sangre para el 24F. En un contexto político y social de inestabilidad, con Adolfo Suárez recién salido del Gobierno por decisión propia, tenían una obsesión y estaban dispuestos a luchar por ella.