La paz del cementerio de Ezcaray se ve interrumpida cuando, como si de un apocalipsis zombi se tratase, un ataúd emerge de la tierra. Dentro se encuentra el cadáver de Aníbal Atiza, el bisabuelo de Gregorio Atiza, más conocido como "Siete Machos", que se lleva un tremendo disgusto cuando descubre que su pariente está enterrado con ropa femenina. Sin embargo, el análisis forense no tarda en determinar que esos huesos no son los de Aníbal Atiza, sino los de una mujer, Bárbara Casajuana. Olmos y Robles interrogan a la biznieta de Casajuana, que se muestra preocupada por la desaparición de unas importante joyas con las que enterraron a su bisabuela.