Los padres de los alumnos del colegio deciden jugar un partido de rugby cuyo premio mayor consiste en un monto de dinero en efectivo que se donará al convento.
El evento congrega a todos los miembros de la comunidad religiosa. Y Esperanza buscará que el padre Tomas –eximio rugbier en sus años de estudiante- salga también a la cancha para asegurarse la victoria.
Al principio, el cura se muestra bastante renuente. Pero la arenga – ¡y la insistencia- de la joven novicia hacen que Tomás no pueda resistirse a ese pedido tan especial.
Por pedido expreso de la joven novicia, Tomás se suma al equipo de rugby de los padres del colegio. Eximio jugador en sus años de estudiante, el cura llevará a su combinado a la victoria, despertando aún más fascinación en Esperanza.