Un día, en su jardín de infantes, Santi se queda afuera de un juego. Así pone en juego su imaginación y empieza a crear un personaje: un par de pelos, un poco de amarillo.. ¡y así nace Elbiz Cocho!
Una tarde de lluvia, Santi y Elbiz encuentran un montón de objetos en el jardín y deciden hacer una competencia al baño. ¡El último que llega tiene cola de chancho!
Hay una campaña masiva de vacunación por sarampión. Los padres de Santi deciden que debe vacunarse y él está muerto de miedo. Para superarlo, Santi y Elbiz dramatizan la situación a través del juego.
Santi descubre que está más alto...está creciendo. A raíz de eso, encuentra una caja con objetos suyos de bebé. Santi le muestra a Elbiz cómo era de chiquito, pero Elbiz no quiere que Santi crezca.
Santi va de excursión a la granja y está feliz porque va a conocer a su animal favorito: el chancho. Santi quiere que Elbiz también lo acompañe, pero Elbiz no está tan contento con la idea, el chancho puede ser una competencia para él.
A Santi le encargan la tarea de cuidar por un día a la mascota de su sala, pero Elbiz ve en el visitante un verdadero intruso.
Santi ya se siente más grande y decide que es hora de dormir en su cuarto sin luz, pero se despierta a la noche con ganas de ir al baño.
Cuando Santi se va a ir a dormir por primera vez a la casa de un amigo, Elbiz arma un plan para evitarlo. ¿Lo logrará?
Santi y Elbiz juegan a ser superhéroes. Santi imita a su favorito: "Bananas con Dulce de Leche", un héroe que protege bichos, hace trucos en bicicleta y rescata a su gato Coco en una noche lluviosa.
Santi y Mei van por primera vez juntos a la plaza. Elbiz está un poco celoso y no quiere que vaya, pero decide dejar que jueguen y así conoce a Chami, la amiga invisible de Mei.
Santi se anima, por primera vez, a bañarse solo. Así, viaja con Elbiz al País de los Amigos Invisibles para resolver el lío que armaron en el baño.
Los padres de Santi lo mandan a dormir la siesta, pero Elbiz Cocho tiene hambre, no quiere que Santi se duerma porque le había prometido juntar “cosos” para él.
Santi decide que ya es hora de vestirse solito, o con algo de ayuda por parte de Elbiz. Juntos, viajan al País de los Amigos Invisibles para alcanzar su objetivo.
Santi va al colegio y hace un dibujo para contarles a todos cómo está compuesta su familia, pero, como está enojado con Elbiz porque le comió sus cosos, no habla de él.
A Santi no le gusta su nombre. Con la ayuda de Elbiz, buscan nombres posibles en la casa, pero no encuentran nada que los convenza. Viajan al País de los Amigos Invisibles para seguir buscando.
Santi sabe que no debe hacerlo, pero decide incursionar en un lugar prohibido del mundo imaginario de Elbiz o el jardín del vecino.
Santi amanece todo brotado. ¿Qué le pasa? ¿Qué son esos puntitos en la piel?
Es la fiesta de cumpleaños de Santi e invita a todos sus compañeros del jardín. Elbiz quiere impedir que Santi cumpla años comiéndose toda la comida del festejo.
Santi viaja en tren con sus papás para ir a visitar a sus tíos por el fin de semana. Elbiz decide invitarse y prepara todo para acompañarlo.
Santi trae semillas del jardín de infantes para sembrarlas y verlas crecer, pero no pasa nada... Elbiz, en cambio, planta cualquier cosa y crece en segundos.
Con la ayuda de Elbiz, Santi aprende a andar en bici sin rueditas.
Está lindo afuera y Santi y Mei salen con lupas a la plaza para buscar “cosos”. Encuentran insectos y los investigan, ¡pero Elbiz quiere comerlos!
Son las primeras vacaciones de Santi en el mar. ¿Logrará vencer el miedo y disfrutar del agua?
Santi tiene ganas de aprender a leer. Elbiz le enseña cómo leen los amigos invisibles, metiéndose con Santi adentro de un cuento.
Elbiz se aburre porque Santi quiere hacer actividades por su cuenta o con sus amigos. Piensa que lo deja de querer porque hace un tiempo que no hacen nada juntos. Se van al mundo de los amigos invisibles para salvarlo de una catástrofe: el mar se está secando.
Llegó al fin, el gran momento! Termina el jardín, otro año pasó y SANTI irá a sala de 5!! Todo el día, como esos nenes grandes que él veía en su escuela. Será de la sala de los más grandes! Hasta tendrá un cuaderno especial, una cartuchera con útiles, nueva maestra y más amigos. Pero no quiere perder a su gran amigo Elbiz...
Santi envía a Elbiz a la casa de Lali para que sea su amigo invisible, pero ella desconfía de él y no lo deja entrar. ¿Cómo hará Elbiz para que Lali acepte su amistad?
A pesar de la insistencia de Elbiz, Lali no puede jugar ni reírse. ¿El motivo? Tiene fiebre. Ahora deberá esperar un poco para volver a jugar como antes. Y cuando se recupere, ¿qué pasará con Elbiz?
En una noche de viento fuerte, Lali despierta a Elbiz aterrada. Con la intención de demostrar que no hay nada que temer, Elbiz se mete en un gran lío y Lali debe enfrentar su miedo para rescatarlo.
En un viaje a Purmamarca. Elbiz queda fascinado con el cerro y sus colores. Le gusta tanto que quiere llevarlo al País de los Amigos Invisibles. ¿Cómo hará Lali para convencerlo de que no lo mueva?
Elbiz invita a Lali a jugar un juego muy especial que tiene dos reglas: no se puede ayudar a nadie y sólo hay un ganador. Sin embargo, juntos aprenden sobre la importancia de trabajar en equipo.
Elbiz no encuentra su sombra por ningún lado. Junto a Lali, viaja al País de los Amigos Invisibles para intentar recuperarla y vivir grandes aventuras como “Cazadores de sombras”.
Lali quiere jugar al “juego de las flores” y le enseña las reglas a Elbiz, pero él invita a Lali a jugar unas escondidas muy especiales. Así, aprenden lo más importante de jugar: divertirse juntos.
Elbiz mete en problemas a Lali cuando le aconseja que lleve a las ovejas de su abuela a pastar a la cima de un cerro.
Elbiz siembra una planta del jardín de Lali en el País de los Amigos Invisibles. Cuando la planta crece descontroladamente, Lali y Elbiz se llevan un gran aprendizaje.
Lali y Elbiz crean artesanías y la abuela de Lali las lleva a la plaza para intercambiarlas. Cuando Elbiz quiere recuperar su obra a toda costa, se enreda junto a Lali en el circuito del trueque.
Se acercan los festejos de Carnaval y la abuela de Lali prepara un disfraz para su nieta. Mientras Lali está en la escuela, Elbiz se lo prueba, pero Pupu Cosquillas lo necesita más y se lo lleva.
A Lali se le cayó su primer diente y espera con ganas al Ratón de los dientes, pero Elbiz le tiene mucho miedo a los roedores y hace de todo para evitar su llegada.
Elbiz se come todas las empanadas que la abuela de Lali preparó para vender en el mercado. Preocupada, Lali prepara la receta de su tatara tatara abuela para arreglar el lío.
Lali va de excursión al jardín botánico, pero Elbiz no puede acompañarla porque es sólo para los chicos de la escuela. Los celos llevan a Elbiz a colarse en el paseo.
Lali tiene que aprender a leer la hora y para eso tendrá la difícil tarea de acomodar el tiempo en el país de los amigos invisibles para demostrar si lo aprendió bien.
Mientras Lali y Elbiz miran llover, ven caer a un pichoncito en el medio de la tormenta. Elbiz decide convertirse en un pájaro cuidador para ayudarlo a volver a su nido.
Lali tiene que tocar el sikus en la escuela, pero tiene mucha vergüenza de tocar en frente de otras personas, por eso Elbiz la animará a sacarse la timidez.
Mientras Elbiz y Lali miran el cielo estrellado, ven caer algo cerca de ellos. Elbiz asegura que es una pelota de ”ping pongo” extraterrestre y Lali lo convence de devolverla. ¿Cómo harán?
Elbiz no puede encontrar sus “cosos”, descubre con Lali que un duende es quien hace las travesuras. Tendrán que encontrarlo para que Elbiz pueda recuperar sus pertenencias.
A Lali le dan vergüenza las prendas, pero a Elbiz le encantan y la convence de jugar y ponerse a prueba. ¿Cómo hará Lali para cumplir su prenda?
Lali quiere tener un perro, pero como a Elbiz no le gusta nada la idea de sumar un miembro canino a la familia, hace mil monerías para convencer a Lali de que tenerlo a él es más que suficiente.
Elbiz se pone celoso cuando escucha a Lali contándole a su mamá que se divierte mucho en la plaza y que ahí hace nuevos amigos. Desde ese momento, empiezan a pasar cosas muy extrañas en la plaza...
Lali recibe una carta muy linda, pero no sabe de quién es. Elbiz, un poco celoso, la ayuda a encontrar al amigo misterioso.
Lali y su abuela están muy ocupadas preparando una ofrenda a la Pachamama, pero justo es el cumpleaños de Elbiz y él hace de todo para que Lali se ocupe solamente de su festejo.
Lali tiene miedo de ir de campamento con sus amigos de la escuela porque cree que va a extrañar mucho a su mamá. Elbiz trata de ayudarla.
A Lali le cuesta mucho aprender a escribir con letra cursiva, pero Elbiz resulta un profesor excelente usando métodos muy originales.