Andaluces por el Mundo viaja esta noche a Moscú, la capital del país más grande del mundo. La actual Federación Rusa ha vivido una profunda transformación desde la desaparición de la Unión Soviética en diciembre de 1991. Hoy la capital moscovita es fiel reflejo de esta transformación y en ella se puede apreciar mejor que en ningún otro lugar el contraste entre los restos de la etapa soviética y el nuevo capitalismo que se ha apoderado del país. En el programa de hoy conoceremos la historia de un andaluz que emigró a la URSS por convicciones ideológicas. Domingo Marín, originario de Coria del Río (Sevilla) llegó a Moscú en 1985, en plena Perestroika. Este sevillano, en aquél entonces de 19 años y estudiante de Física en la Universidad de Sevilla, soñaba con vivir en un país socialista. Después de tres años intentándolo, en 1985 consiguió una beca para estudiar en la Universidad Estatal de Moscú de Lomonosov, una de las más prestigiosas a nivel internacional. Domingo se convirtió en uno de los primeros andaluces en pisar la plaza roja en la década de los 80. En la actualidad este sevillano es el dueño de una de las editoriales científicas más importantes del país.
Lo primero que llama la atención al aterrizar en Sidney es su luz. Es de una intensidad apabullante, incluso aunque se haya aterrizado a las seis de la mañana y nuestra capacidad de percepción no esté en óptimas condiciones después de ¡casi 27 horas de travesía! La segunda sensación llamativa es también muy agradable, ya que se trata del carácter de los "sydneysiders", sus habitantes. Educados, amables y pacientes con el extranjero, le hacen sentir a uno a veces incluso mejor que en casa. ¡A ver si aprendemos! A pesar de no ser la capital de Australia -ésta es Canberra- y de que se disputa con Melbourne el primer puesto en importancia, Sydney sí es la ciudad más populosa del país, con 5 millones de habitantes, una cuarta parte del total de australianos: 20 millones. Los iconos arquitectónicos más destacados de la ciudad son la Opera House, diseñada en los años 50 y acabada en 1973, y el Harbour Bridge, el puente de ese tipo de arco más grande del mundo, inaugurado en 1932. Además de una arquitectura moderna de grandes rascacielos, combinada con el estilo anglosajón de casas bajas de los barrios residenciales, Sidney ofrece múltiples zonas verdes y bahías ¡Hasta 70 playas! que hacen que diste mucho de ser un mero núcleo aglutinador de trabajadores estresados. La amplitud y disposición de sus avenidas permiten que se deje ver, admirar y pasear. Y eso es lo que hemos hecho, de la mano de seis de los 911 andaluces residentes en Nueva Gales del Sur, estado al que pertenece Sidney.