Don Gilberto regresa de Huamanga dispuesto a formalizar su relación con Violeta, a quien le compra una sencilla joya para sellar su amor y le propone que sea su novia. Sin embargo, don Gil ni se imagina que su mejor amigo Alejo y la florista ya hicieron click en Las Lomas. Violeta le confiesa a su hija Milagros que no quiere hacerle daño a Gilberto, pero quien le gusta es Alejo, sin imaginar que su competencia está muy cerca.