A finales de 1935, el líder de las SS, Heinrich Himmler, estableció el programa Lebensborn, que tenía como objetivo preservar la raza aria. Se crearon hogares de maternidad o Lebensborn donde las mujeres -especialmente las esposas de los SS- y sus hijos recibían un trato especial. A estos hogares también llegaron cientos de miles de niños de rasgos arios, arrancados de sus familias en países ocupados como Polonia, que serían adoptados por familias alemanas y que perderían toda su identidad.