Ana vive con ilusión su embarazo, pero las dudas respecto a la paternidad del bebé siguen atormentándola y resolverlas va a ser una cuestión más difícil de lo que imaginaba. Por otro lado, los esfuerzos de Ana por consolidar su matrimonio se ven obstaculizados por las continuas ausencias de David. Fernando se resiste a que Ana cambie de casa. Para evitarlo se ve obligado a recurrir a más de una estratagema. Las relaciones entre David y Fernando siguen tensas y una conversación telefónica induce a David a sospechar que vuelve a haber algo más entre Ana y Fernando. Bruno sigue desconfiando de Carlos, el novio de Manuela, pero cuando intenta buscar argumentos contra él sólo consigue crearse problemas.