Una parte del Ejército se ha levantado en armas contra la República. Arturo es llevado al gabinete de prensa del Gobierno para que traduzca lo que los corresponsales de guerra envían a sus periódicos, e impida que, lo que son sólo rumores, adquieran la consideración de noticias. Burlando su vigilancia, una falsa noticia llega a los titulares, "Franco ha entrado en Madrid"