El reencuentro de Loli y Andy, 18 años después, cambiará sus vidas para siempre, y los obligará a ellos y a sus ex compañeros del secundario, a replantearse qué han hecho con sus deseos de la adolescencia; a partir de allí, el reencuentro con los demás “graduados”, de aquella promoción estudiantil del 89, modificará sus vidas cotidianas.