Templos, castillos, viñas, plazas… El Gobierno publica una lista con 35.000 inmatriculaciones de la Iglesia. Vecinos de pueblos de toda España descubren ahora que su patrimonio no es suyo y se plantean reclamar. Pero no será fácil. Las plataformas en defensa de la recuperación del patrimonio critican al Gobierno por perder la oportunidad de invalidar las inmatriculaciones. ¿Qué debe ser de la Iglesia y qué no? ¿En qué han consistido las conversaciones entre el Gobierno y el clero? Nuestro patrimonio histórico-artístico está en manos de la Iglesia. Los monumentos se rehabilitan con dinero público, pero parte de los beneficios acaban en sus arcas. La exención del pago de impuestos como el IVA o el IBI refuerzan unos privilegios que la Iglesia católica no tiene en otros países. ¿Deberíamos revisar nuestros acuerdos con la Santa Sede?