La Vieja l'Visillo no respeta nada, ni siquiera a los muertos. Acude a un velatorio a sembrar la cizaña y a robar. Es tan cotilla y tan roñosa que consigue lo impensable: resucitar al muerto, el mismísimo Pedro Roñeras
La Vieja l'Visillo no respeta nada, ni siquiera a los muertos. Acude a un velatorio a sembrar la cizaña y a robar. Es tan cotilla y tan roñosa que consigue lo impensable: resucitar al muerto, el mismísimo Pedro Roñeras