Lola ha conseguido un trabajo con el que ayudar al mantenimiento de la familia. Su jefe es Mario, un antiguo compañero de clase al que ella misma apodó como el empanadilla por estar gordito. Con el tiempo, Mario se ha convertido en un hombre atractivo que la contrata como secretaria.
Lola regresa muy contenta del viaje que ha realizado con su jefe a París. Sebas y Agus deducen que la mujer que aman tiene una aventura con esa tercera persona. Llevados por los celos, deciden poner en marcha un plan para alejar a Lola de Mariano. Su objetivo principal: que Lola sea despedida.