Después de cambiarse casa, a la pequeña Cristina le gusta salir al jardín para jugar con "David", el niño que vive ahí y que solamente ella puede ver. En un inicio su madre cree que se trata del típico amigo imaginario, hasta que pronto deducirá que David puede ser mucho más que eso. El episodio está basado en una historia original de la escritora británica Rosemary Timperley. Su realización tiene influencia en las obras de Carlos Enrique Taboada quien también escribiría historias de terror para televisión.