Batiste va a Valencia, donde ha sido citado por el Tribunal de las Aguas. Ha sido una falsa denuncia de Pimentó y los huertanos quienes acusan a Batiste de servirse de las aguas de la acequia de la comunidad, fuera de su turno. Batiste es condenado al pago de una multa y a suspender quince dias el uso del agua. Acude a su amo, el hijo de don Salvador, pero este le aconseja que tiene que aguantar, para no aumentar el descredito de la barraca.