Don Ramón invita al Chavo a comer huevos revueltos a su casa, pero Don Ramón no tiene dinero para comprar huevos, así es que la Popis y después el Señor Barriga les prestan dinero para comprarlos, pero todos los huevos resultan estar podridos y los rompen. Mientras tanto Quico juega al Ping-Pong con la raqueta y las pelotas que le regala el Profesor Jirafales.