Sufrió el abandono y el desarraigo antes de cumplir los seis años, tuvo una relación complicada con su madre, odiaba a muerte a su padrastro, nunca aceptó su propia homosexualidad; era alcohólica, maleducada y tacaña… pero también genial. La vida y la personalidad de la escritora Patricia Highsmith tenía demasiadas aristas, pero las aprovechó para crear novelas tan complejas y magníficas como ‘Extraños en un tren’ o ‘El talento de Mr. Ripley’. Sus asesinos, antisociales y seductores, aún nos fascinan.